Bloomberg Línea — El café forma parte de la rutina de los brasileños, pero los hábitos de consumo han cambiado, especialmente entre la Generación Z, que cada vez prefiere más el café helado al tradicional caliente.
Con la vista puesta en estos nuevos perfiles de consumo, tanto dentro como fuera del hogar, Nescafé de Nestlé ha reforzado su apuesta por la innovación y ha aumentado su capacidad de producción.
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El objetivo es reducir la exposición a los volátiles precios de las materias primas, que han alcanzado niveles récord en los últimos años, y crecer en Brasil, el mayor productor y exportador mundial del grano.
La compañía anunció recientemente una inversión de R$500 millones (US$ 88,3 millones) hasta 2028 para ampliar su producción en Brasil, centrándose en la fábrica de cápsulas de Montes Claros (estado de Minas Gerais) y en el parque de máquinas Nestlé Professional, presente en panaderías, oficinas, cafeterías y tiendas de conveniencia de todo el país.
La nueva inversión se suma a los R$1.000 millones (US$176,6 millones) anunciados por la compañía a finales de 2024.
“Queremos duplicar nuestro negocio de café en Brasil hasta 2027, tanto en el consumo en el hogar como fuera del hogar”, dijo Valéria Pardal, directora de la unidad de café de Nestlé, en un evento con periodistas.
Según José Argolo, director ejecutivo de Nestlé Professional, la expectativa es acercar la experiencia de beber en casa a la de una cafetería.
“Con Dolce Gusto, ya ofrecemos más de 40 variedades de bebidas a domicilio. También estamos ampliando nuestra presencia fuera del hogar, con máquinas que sirven desde gasolineras hasta oficinas”, explica el directivo.
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Subida de precios
La medida de Nestlé llega en un momento de presión sobre los precios del mercado en general, en Brasil y en todo el mundo.
El aumento del precio del café ya se refleja en una menor demanda por parte de los brasileños. Según el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), el grano se encareció un 80% en los 12 meses transcurridos hasta abril.
La subida de los precios ha provocado una caída del consumo del 16%, según los datos y la evaluación de la Asociación Brasileña de la Industria del Café (Abic).
Factores como el aumento del consumo de café y la climatología, con olas de calor y heladas en las últimas cosechas brasileñas, han disparado el precio del grano en los últimos años.
Los directivos de Nescafé proyectan que el pico de precios ya se ha producido.
“Estamos en un viaje sin precedentes de aumento de los precios del café en todo el mundo, pero somos optimistas de que este ciclo ya ha alcanzado su punto máximo”, dijo Valéria.
Según la directiva, los efectos de la subida del precio del grano se han trasladado en cierta medida al consumidor, y la estrategia de la empresa es tratar de mitigar este impacto con productos más accesibles, como el café instantáneo.
“El consumo de café en Brasil es resistente. Vimos movimientos similares en 2021 y 2022, cuando los costos también se duplicaron, pero el consumo se recuperó con el tiempo. La innovación es esencial en este proceso”, dijo.
Consumo dentro y fuera del hogar
Alrededor del 8% de los brasileños tiene una cafetera Nescafé en casa, y el objetivo es duplicar este porcentaje en los próximos años. En Europa, la tasa de penetración es del 35%.
Fuera del hogar, la empresa domina este mercado: Brasil alberga el mayor parque de máquinas Nescafé del mundo, con 26.500 unidades.
Algunas de las máquinas se importan de EE.UU. e Italia, mientras que otras se fabrican en el país.
En este frente, la empresa quiere aumentar la capacidad de las máquinas y acceder a datos y patrones de consumo mediante el uso de tecnología como la telemetría.
En la actualidad, las máquinas sirven unas 700.000 tazas al día fuera del hogar.
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El objetivo de la empresa en el futuro, dicen los ejecutivos, es compartir datos sobre patrones de consumo con los minoristas.
Actualmente, 16.000 máquinas ya disponen de esta tecnología, y el objetivo es llegar a 25.000 a finales de año.
Otro pilar de la estrategia de la empresa es la inversión en el lanzamiento de productos.
Recientemente, la empresa lanzó las líneas Nescafé Gold, un chococino en asociación con la marca de chocolates Kopenhagen y un chocolate caliente con Kit Kat en la cartera de cápsulas Dolce Gusto. Brasil es el principal mercado para Kit Kat en el mundo, dijo Argolo.
Al explicar la apuesta de la empresa en la categoría de café helado, Valéria Pardal citó una encuesta de Abic que proyecta que el consumo de café en el país es de alrededor de cuatro tazas al día.
“Calculamos que esta ‘quinta taza’, helada, representará el 20% del consumo en los próximos 20 años”, afirmó. La empresa también ha invertido en máquinas de café, tanto dentro como fuera del hogar, capaces de producir cafés calientes y helados.
En Estados Unidos, la empresa se dio cuenta de que la Generación Z ya consume más café frío que caliente, según Valéria, y la expectativa es que esta tendencia llegue a Brasil en los próximos años.
“Tenemos espacio para crecer, tanto en penetración como en variedad y sofisticación”, concluyó.
En 2024, los ingresos de Nestlé cayeron un 1,8%, hasta US$99.980 millones. A pesar de la caída, el resultado estuvo por encima de las expectativas del mercado. El beneficio neto ascendió a 10.890 millones de francos suizos y estuvo en línea con las previsiones.
En el balance financiero publicado en febrero, la empresa informó de que el café fue el principal contribuyente al crecimiento, “con un aumento de un dígito medio”, impulsado por las tres principales marcas de la categoría: Nescafé, Nespresso y Starbucks.
Las acciones de la empresa, que cotizan en el SIX Swiss Exchange, han subido un 18,01% desde principios de 2025. En doce meses, la caída ha sido del 5,5%.
