Bloomberg — Inditex SA, propietaria de Zara, informó de un comienzo apagado del segundo trimestre y advirtió de que las fluctuaciones de los tipos de cambio podrían tener un mayor impacto en los resultados de este año de lo previsto. Las acciones cayeron.
Las ventas del mayor minorista de ropa cotizado del mundo aumentaron un 6% en las cinco semanas hasta el 9 de junio, excluyendo los efectos de las divisas. Esto fue más débil que el comienzo de la temporada de verano del año pasado, dijo este miércoles el minorista con sede en Arteixo, España.
“La publicación no logra disipar las preocupaciones sobre la ralentización del crecimiento”, escribieron los analistas de Barclays en una nota.
Las acciones de la empresa cayeron hasta un 6,4% en las primeras operaciones de Madrid. Las acciones han bajado cerca de un 4,7% desde el comienzo del año.
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Aunque la cotización actual está siendo superior al crecimiento de las ventas del 4,2% registrado en el primer trimestre, las últimas cifras sugieren que Inditex, al igual que sus homólogas, no es inmune a la caída de la demanda provocada por la guerra comercial mundial. A la empresa le ha ido mejor que a muchos de sus rivales al mantener un control más estricto de los inventarios, lo que le ha permitido mantenerse ágil en una industria de la moda voluble, pero sus tasas de crecimiento de las ventas han descendido bruscamente desde la época del boom posterior a la pandemia. Su rival sueca Hennes & Mauritz AB registró unos resultados decepcionantes en el primer trimestre debido a las existencias de ropa sin vender.
Es probable que las oscilaciones del tipo de cambio supongan un lastre mayor de lo esperado para los ingresos este año, advirtió Inditex. La compañía espera que las fluctuaciones de las divisas resten un 3% a sus ventas este año, frente al 1% que había previsto anteriormente. El ajuste se produce tras una notable depreciación tanto del dólar estadounidense como del peso mexicano frente al euro, lo que reduce los beneficios internacionales cuando se convierten de nuevo a la moneda nacional de la empresa.
Otros minoristas también han señalado el efecto de enfriamiento que están teniendo las oscilaciones de las divisas: H&M citó la fortaleza de la corona como otra de las razones de su débil primer trimestre. El mes pasado, la marca alemana de zapatillas Puma AG dijo que el efecto de los aranceles y las fluctuaciones de las divisas era difícil de gestionar. La industria mundial de la confección tiende a ser un negocio denominado en dólares, lo que puede afectar especialmente a los minoristas europeos cuando vuelven a convertir los beneficios en divisas locales.
Inditex asustó por primera vez al mercado en marzo, cuando señaló un comienzo más débil de su ejercicio fiscal, provocando una caída del 7,5%, el mayor desplome de sus acciones en un solo día en cinco años. En su primer trimestre finalizado el 30 de abril, el beneficio operativo estuvo en línea con las estimaciones de los analistas, mientras que los ingresos se situaron por debajo de las expectativas. El minorista dijo que los costes crecieron un 2,3% en el periodo, aumentando más rápido que el incremento del 1,5% de los ingresos, incluyendo los vaivenes de las divisas.
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Preguntada por el efecto de los aranceles del presidente Donald Trump, Inditex dijo que utilizaría su amplia gama de proveedores, incluidos los cercanos en España, Portugal, Turquía y Marruecos para gestionar la situación. “En cualquier caso, diría que vemos oportunidades de crecimiento a nivel global, no solo en un mercado”, dijo el director de Relaciones con Inversores, Gorka García-Tapia Yturriaga, en una llamada con analistas.
En los últimos años, la empresa ha invertido tanto en la ampliación de su red de tiendas como en la renovación de los puntos de venta existentes para garantizar una mejor experiencia de compra a los clientes. La empresa tiene previsto gastar 1.800 millones de euros (US$2.000 millones) de nuevo este año en mejoras de las tiendas y en tecnología, junto con otros 900 millones de euros para ampliar su red logística.
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